El instrumento interpretado por Mirlo Blanco es de diseño propio, inspirado en el Hatun Charango del maestro Federico Tarazona, lo que dio origen a la creación del Hatun Charangon, esto es, un Charangon extendido en tesitura, construido con 7 órdenes y solo 2 de ellas dobles. Este diseño, a diferencia del charango, proporciona un rango barítono y extendido, lo que en el pathos del instrumento crea un aire nostálgico y meditativo.

Esta creación da cuenta del concepto del transfolklore aplicado esta vez, a la organología de la familia del charango, dado que es una solución instrumental que integra tanto los avances hechos en otros países del región andina e ideas creativas que necesitan de expansión expresiva, que se concretan con este instrumento.

Todas construidas especialmente por el Luthier Jorge Montero, destacado artesano de flautas barrocas, quien accedió a construir estos modelos en madera de jacaranda y ebano, tonalidades de fa, sol y mi, esta última con boquilla especial de Shakuhachi, que se monta especialmente en la Quena.

Flauta milenaria y original del Japón. Este instrumento fue construido en la década del 60 en Japón con el original bambú de Madake. De construcción y técnica distinta a la quena, su timbre, dinámica, tesitura y diseño, lo hacen un instrumento de difícil aprendizaje, pero con un ilimitado potencial expresivo.